martes, 28 de febrero de 2012

La psicología en el tapete



El veto del positivismo.- El positivismo no incluyó a la psicología como una ciencia, como hizo con la biología o la sociología. Esto llama la atención porque por aquel entonces ya había muchos intentos por tratar a la psicología como ciencia, o sea, estudiar los fenómenos mentales empíricamente y experimentalmente, como lo hace toda ciencia. Weber, por ejemplo, había enunciado su ley psicofísica. A pesar de todo, la psicología incluía aún muchas ideas metafísicas, como alma o espíritu, y el positivismo rechazaba estas intromisiones de la metafísica en la ciencia.

La crítica bergsoniana y el problema del sentido.- Para Bergson la psicología debe ser considerada ciencia, aunque utilice un método muy especial, la intuición, mediante la cual podemos aprehender nuestras vivencias y características psicológicas. La psicología no puede, según este pensador, reducirse a un conocimiento experimental de laboratorio, porque es algo más que la física o la química. Tiende a considerar a la psicología mas bien como un estudio metafísico.

Situación del psicoanálisis.- Desde sus comienzos, el psicoanálisis se opuso a la tesis naturalista, que intenta reducir el psiquismo a mecanismos puramente neurológicos, considerándolo un capítulo de la biología.
El psicoanálisis sin embargo es criticado por apelar a conceptos ambiguos como el de 'inconciente'. Formuló una teoría genética de la afectividad (el desarrollo de la libido), pero las etapas indicadas o fases, no son claras.
Sea que consideremos al psicoanálisis como una teoría de la conducta o una teoría del sentido, el psicoanálisis no puede eludir el problema de la estructura, central en la psicología. Este problema fue abordado también por la fenomenología y la gestalt.

El problema eidético y la fenomenología.- La fenomenología desemboca, como el bergsonismo, en un rechazo de la psicología empírica, proponiendo en su lugar la importancia de la intuición. Pero hay una diferencia: Bergson busca salvaguardar la unidad fundamental del espíritu, mientras que Husserl, el creador de la fenomenología, busca el fundamento trascendental de la verdad.
Husserl se opone a una psicología puramente empírica y propone una psicología eidética, que en lugar de describir los fenómenos tal como se nos dan empíricamente y quedarnos en ellos, propone llegar hasta la esencia o eidos de los mismos, donde se halla el fundamento de la verdad.
La eidética es una elaboración de las cosas antes de ir a las cosas mismas, elaboración en la cual debemos despojarnos de creencias, opiniones, prejuicios que deformen la visión de las cosas tal com ellas son esencialmente. El eidos o esencia de Husserl se puede corresponder con el concepto de Gestalt de la teoría de la forma. La Gestalt está regida por un principio de equilibrio y de isomorfismo El eidos de la psicología fenomenológica tiene más relación con la autenticidad de lo vivido, sin deformaciones subjetivas o prejuicios.

El concepto de comportamiento y los problemas epistemológicos de una psicología experimental.- Supuestamente, este tipo de psicología garantizaría la máxima objetividad, porque se atiene a los fenómenos, a sus leyes y a sus causas inmediatas. Dado el estímulo, la psicología debe poder predecir la respuesta. Ejemplos son la psicología conductista de Watson, la psicología de Titchener y Wundt que estudia la significación de las conductas, la psicología de Skinner, que propone una psicología puramente descriptiva, sin hipótesis especulativas, etc. Son todos sistemas donde está muy relacionado lo psicológico con lo fisiológico. En general, la psicología del comportamiento no ha resuelto adecuadamente el problema del origen y la génesis de las estructuras que posibilitan los comportamientos, especialmente los inteligentes.

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